Derecho Internacional Público

La relevancia del Derecho Internacional Público consiste en su interconexión con los sistemas jurídicos de todos los estados. Facilita la comprensión de las instituciones que rigen el comportamiento de éstos, a objeto de cumplir con los fines y metas de la civilidad y la juridicidad universal.

martes, 22 de enero de 2019

La sentencia arbitral y espacios marítimos entre seis países confrontados en el Asia


La sentencia arbitral sobre espacios marítimos entre seis países confrontados en el Asia

Profesor Dr Carmelo Borrego

La sentencia de la Corte Permanente de Arbitraje de la Haya es una decisión que intenta resolver un conflicto sobre aguas marítimas en la parte sur de China donde además otros pequeños países tienen intereses,  mar territorial y zona económica exclusiva. En especial, Filipinas fue el demandante en este caso, a lo  que se unieron otros Estados aledaños (Vietnam, Brunei, Malasia, Indonesia y Taiwán).

Ahora bien, el fallo decretado o sentencia arbitral de julio 2016, que aparentemente tiene efectos vinculantes, pero, que China considera nulo y carente de efectos jurídicos, por lo tanto, no ejecutable, habida cuenta del no reconocimiento de la jurisdicción de la referida Corte en ese asunto; el fallo busca detener la defensa de China sobre los espacios territoriales que se extienden por más de 2000 km de costa,  que genera mar territorial, plataforma continental y zona económica exclusiva, y basado en los criterios de extensión de mar territorial y zona económica que se funda por efecto de la existencia y dominación de islas, islotes y rocas, conforme al Derecho del Mar. Discurre la defensa China que esos puntos marítimos le pertenecen de pleno Derecho. De hecho, han establecido un marco de 9 puntos de coordenadas (línea de nueve trazos) para afianzar la tesis del dominio de áreas marinas y submarinas, cuestión que fue informada en el año 2009 a la ONU para que no quede duda sobre los derechos de tales zonas acuáticas. Empero discutida  en clara oposición por los Estados ribereños Taiwán, Vietnam, Malasia, Brunei, Indonesia y especialmente por Filipinas.

Empero, la reclamación de Filipinas es debido a la extensión que hizo China sobre las proximidades hacia su territorio, quien también supone que tiene pleno derecho sobre el espacio marítimo;  además de la ocupación que hizo China del banco de scarborough (arrecifes marinos) que se encontraría en su espacio territorial y la creación de islas artificiales y otras reclamaciones como la obstrucción en la pesca, poner en riesgo el intercambio marítimo y la desprotección del medio ambiente marino, además, se incorpora otra tesis alimentada por EEUU sobre la creación de bases militares con evidente influjo en el control militar de la zona, tesis que obviamente tiene el propósito de incitar la tensión militar para una  posible y creciente confrontación China y EEUU; asimismo, los demás países refieren situaciones parecidas sobre ocupación de espacios marítimos donde tradicionalmente, como sería el caso de Vietnam, sus pescadores laboraban desde hace varios siglos atrás y por lo tanto, consideran que se les está vulnerando su integridad territorial. Es decir, se trata de un entramado complicado sobre la geopolítica de la zona que ha de ser manejada con criterios racionales y de alta política para evitar el quebrantamiento de la paz y se evite una pugna bélica  indeseada a gran escala.

Ahora bien, el espacio marítimo en controversia contiene enormes riquezas naturales, entre las cuales se cuenta yacimientos de petróleo y gas, que podría estar en el orden de los 2 billones de barriles de petróleo y cantidades no descritas de gas, por otro lado, se dice de gran cantidad de especies marinas que han de ser conservadas. A todo esto se une el enorme tráfico marítimo comercial de mercancías que se calcula en varios miles de millones de euros. De modo que no queda duda acerca del enorme interés geoestratégico que despierta este área en conflicto, especialmente para los países comprometidos, pero también para los Estados Unidos y países Europeos, quienes tienen definidas influencias e historias injerencistas para no perder la costumbre.

Por su parte, la reciente distensión entre Manila y EEUU, de igual forma con la Unión Europea y la ONU, a propósito de la dantesca y bárbara guerra antidrogas llevada a cabo por el Presidente filipino Duterte,  brinda a favor de China un mejor posicionamiento y  la oportunidad de entrar en una fase de negociación más holgada a fin de concretar sus logros estratégicos de dominación del espacio controvertido. De hecho, ya el Presidente filipino al momento de producirse el fallo de la Corte Permanente de arbitraje de la Haya, donde se declaró que China no tiene bases legales que sustenten sus reclamaciones basadas en derechos históricos comprendidas bajo el área de la 'línea de los nueve trazos", había manifestado su propósito de no polemizar con China sino entrar a negociar posibles arreglos, obviamente el gigante asiático lleva la ventaja por haber fijado las bases jurídicas y fácticas para enfrentar las embestidas de los ribereños y de los estados injerencistas. Ahora, lo importante es como de este conflicto surgen soluciones prácticas, pacíficas y concordadas sin que tenga que avanzarse o escalarse a estadios violentos que en definitiva, no resuelven nada y al contrario, dejan mayores daños que beneficios. La capacidad de negociación será definitiva para que, en el marco del respeto de las soberanías todos puedan considerar dar y recibir en atención a las proporcionalidades, historias, costumbres, títulos, dominación y potencialidades de progresos conjuntos comprometidos con el desarrollo sustentable de los pueblos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario